Dicen los más sabios, y esos saben bastante, que lo que mal empieza, mal acaba. Eso mismo ha debido pasar hoy en Moncloa. Porque el saludo entre el presidente de la Generalitat de Cataluña y el del gobierno ha sido tan fugaz que ni las cámaras de última generación han podido captar a la primera el "apretón de manos".
La jornada de hoy ha sido solo de eso, de anécdotas, porque lo que son asuntos serios todos siguen igual. Y los periodistas, en su afán de psicólogos, analizan cada gesto para poder llenar dignamente una escueta hoja. Desde que Mas no miraba a Rajoy, a que este no ha bajado las escaleras, como sí hizo con el líder socialista.
Tras ver que, y como cantaría Paulina Rubio, "ni una sola palabra, ni gestos ni miradas apasionadas", ha empezado lo que bien podría ser confundido con "The Oprah Winfrey show", en el que los dos políticos han compartido qué van hacer estas vacaciones. Desde luego que ha pasado de todo, de todo menos tomar la decisión sobre si hay que hacer una consulta o no.
Y es que, todo sigue igual, igual que ayer, igual que hace un año. Como sea, igual. Mientras el PP "and company"sigue repitiéndole hasta la saciedad que la consulta es ilegal y que no se puede realizar, Mas por su parte sigue emperrado, como si la vida le fuera en la independencia, que se va a celebrar en noviembre caiga quien caiga. Con o sin la aprobación, del Gobierno Central, del Papa o del mismo Dios en carne y hueso.
En definitiva este ha sido como otro día cualquiera, quien pensará que hoy se arreglarían todos los problemas del mundo, se equivocaba, del mismo modo, quien pensará que hoy habría respuestas para sus inquietudes, por lo menos al respecto del futuro entre Cataluña y España, también. Una reunión en la que solo hay que destacar eso, que se han dado la mano con cara de pocos amigos, y que Mariano Rajoy y Artur Mas siguen jugando a ser la hermanas Olsen, tu a Londres yo a California. En este caso: Tu a Madrid, yo a Barcelona.
Desde luego, y que la imaginación y el sentido del humor no nos lo quite - ni Pujol- ; hubiera estado mucho mejor ver a los dos cantando al puro estilo Pimpinela, "¿Quién es?, soy yo, que vienes a buscar (...) vete olvida mi nombre, mi cara, mi casa y pega la vuelta". Pero no pudo ser...
Si de normal acabo con una frase, algo que pueda hacer pensar, hoy no. Hoy no. No puedo acabar de otra forma que no sea esta: Ay María Antonia (Iglesias)... como hubieras disfrutado debatiendo todo esto... España no solo ha perdido a "los grandes" políticos, sino también a esos "grandes" periodistas, periodistas como tu.
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