Las noticias desde la perspectiva de un joven del siglo XXI

sábado, 29 de noviembre de 2014

RTVV, COMA TRANSITORIO

No lo han conseguido, y con eso, hoy por hoy me basta, aunque no me conformo; lo siento, pero yo no. Yo no me conformo.  El gobierno, los intocables valencianos, dijeron el día después de censurar, de acabar con la televisión autonómica: "estos en dos días no se acuerdan", pero se han equivocado, ha pasado un año y los valencianos nos seguimos acordando.
Canal Nou no ha muerto, simplemente está en coma inducido. No solo porque se haya ido a negro, sino porque nos sigue costando doscientos millones al año.

365 días, 12 meses, 8.760 horas y 500.600 minutos son los que nos hemos perdido de RTVV, con el sueño o tal vez con la falsa esperanza de que vuelva. Un sentimiento extraño, entre la desolación y la tristeza de pensar que los días pasan y nadie propone una alternativa. Aquel proyecto que convirtieron en inviable, esas horas de sufrimiento de aquellos que se quedaban sin trabajo, que veían que todo por lo que habían luchado en esos 25 años saltaba por los aires, hoy por hoy sigue estancado. Poco ha cambiado tras ese 29 de noviembre a las 12:19 de 2013, más bien nada. Todo sigue igual. Todo.
Supongo que en la distancia, con frialdad, se analizará de otra manera, que los que en ese momento  observaron como detonaron sus ilusiones, desconectaban su Radio Televisión Valenciana. La que habían maltratado. La que habían manipulado. La que habían matado.

Un minuto de silencio, ese ha sido el homenaje. Homenaje para señalar a los claros culpables de la extinción de la lengua valencia en la televisión, en la radio, a esos políticos que la usaron a su antojo, que hicieron y deshicieron a su manera. Que censuraron las noticias que no les interesaban, que escondieron la cara que no querían enseñar, el lado oscuro de la moneda. ¿Y ahora qué? De qué ha servido, de nada.  La lucha sigue para demostrar como las cosas mal hechas salen caras: implicaciones en casos de corrupción, enchufismo o censura.

Una conmemoración con la cara más amarga, esas cientos de personas, periodistas, profesionales de los medios de comunicación que han perdido su trabajo, pero que no han perdido su fuerza por volver a llevar la noticia valenciana hasta las casas de todos los que aun no hemos desintonizado nuestro Canal Nou. Por eso y por mucho más solo queda esperar, perque RTVV tornarà (porque RTVV volverá).