Como decía la canción "en la puerta del sol como el año que fue", y es que otra vez, 365 días después damos carpetazo al 2014 y recibimos al 15. Cada uno a su manera, con una sonrisa, con esperanza de que el nuevo año le traiga lo que el anterior le quito, o los que solo piensan que no hay nada que les pueda devolver lo que se fue, pero sea como sea se acaba el año para todos.
Cerramos el año que nos demostró que llegó el fin del bipartidismo. Que juntos PODEMOS. El año en el que por renovar, renovamos de armario y hasta de rey. Se acaba el año en el que algunos decidieron saltarse las reglas, alterar las leyes establecidas y sacar las urnas aunque estuviese prohibido, ¿referéndum? no, proceso de consulta.
Algunos abandonaron su puesto de trabajo, sea Pedro Jota, o otro anónimo que ya no podía más, otros no se rindieron pero no pudieron seguir adelante, como la Duquesa de Alba o Adolfo Suárez que nos dejó para siempre, y como no, los que salieron adelante, sea Teresa Romero o esa familia que vive de la pensión de los abuelos, y aún así no se amedrenta, mira la cuesta de enero desde octubre para preparase lo que viene.
Si algo hemos aprendido del 2014 es que no estamos para construir muros, si no para tender puentes, aunque a veces se nos olvide, y pongamos fronteras con afiladas cuchillas que desgarran la piel de aquellos que saltan porque realmente ya no les queda nada por lo que seguir luchando. Aprendimos que nunca estamos seguros, que siempre hay gente dispuesta a todo, y que una bala mata hasta a un político. Cerramos el año con la incertidumbre de saber quien es el Pequeño Nicolas, y con las ganas de ver la salida de la crisis. Y que no nos engañe nadie, que salir no hemos salido de ningún sitio. Aún.
Ni los corruptos se salvan en el 14, y es que cada día uno nuevo; operación púnica, tarjetas black, caso NOOs o los Pujol, entre la larga lista, y los que dimitieron, aunque pareciese imposible, como Ana Mato o Gallardón. Como siempre los españoles con humor todo, que para algo somos españoles, y que nada ni nadie nos cambié. Porque somos los peores valorados en muchas cosas, pero en tomarnos la vida con sentido del humor, somos únicos, y eso no dará dinero, pero ayuda a seguir hacia delante. FELIZ 2015.