Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde,
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante
Dejar huella quería y mancharme entre
aplausos,
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir
es el único argumento de la obra.
Y es que la vida iba en serio... no se trata de un libro de éxito, sino de una mítica frase que intenta reunir en tan solo cinco palabras que este mundo es real. Un mundo que al principio nos lo pitan de rosa y pronto nos damos cuenta que nos equivocábamos, que las paredes eran grises oscuras.
Todos hemos sido niños, algunos maduraron antes, otros lo siguen intentando, y seguramente una gran parte nunca cambiaran, pero todos tienen en común que salieron a comerse a bocados la ciudad, y se encontraron empotrados en un muro de dos metros, aquellos ingenuos que piensan que en la vida te regalan las cosas y no se han dado cuenta, aun, que todo cuesta sudor y sangre;
Es la carrera de obstáculos de la vida, unos tropiezan, otros corren demasiado o simplemente intentan saltárselos de dos en dos y acaban descalificados, el problema es que no siempre tenemos una segunda oportunidad...
En este mundo de corruptos, de injusticias y seguramente de mas desigualdades que ahora mismo no me vienen a la cabeza, se hace todo, y de todo, por conseguir el preciado tesoro, el dinero, un dinero que a valor moral no tiene ningún significado, porque si para conseguirlo has de arrollar a personas honradas y humildes, tal vez debamos plantearnos dos veces si seguir avanzando como miseras trepas.
La vida iba en serio...