Nadie se puede imaginar lo importante que son los medios de comunicación, ya en la Alemania Nazi, casi cien años atrás, el dictador Hittler, lo utilizó como estrategia de manipulación. Unos cuantos años después, pese a que hayamos avanzado, pese a que parezca que todo va viento popa y a toda vela, seguimos igual. Los medios de comunicación nos dominan.
Está claro que lo que no interesa se olvida, se omite, durante un tiempo ocupará más de medio telediario, será portada y llenará infinidad de hojas en los periódicos, pero en cuanto empiece el mundial, que se olvide la gente de noticias verdaderamente importante, no las habrá, no las hay.
¿Quién recuerda la guerra entre Ucrania y Rusia? Parece que haya caído en el olvido, en el saco de las noticias sin importancia, cuando hace menos de tres meses la gente gritaba y auguraba una tercera Guerra Mundial. Ya ven, ahora interesa más el fútbol y el devenir de Vicente del Bosque, más que si realmente entramos en guerra. Esto es sin duda más dramático y a la vez tan cómico como el monologo de Gila. "¿Es el enemigo? ¿Ustedes podrían parar la guerra un momento?", pues lo mismo.
La televisión, la audiencia es toda poderosa, como dice María Teresa Campos la audiencia "soberana", que bien te da un baño de masas, que te da la espalda y te deja en calzoncillos.
A mí me hace gracia cuando hay personas que dudan que ya no hay censura, que ya no hay manipulación. La sigue habiendo, sea el siglo que sea, vivamos en una democracia o en una simiocracia, la sigue habiendo. Sería injusto compararla con la del régimen que años atrás callaba bocas a base de golpes, ahora es a golpe de talonario, que quieran o no siempre es más gustoso recibirlo.
El ultraliberal Pablo Iglesias pedía eso, el control público de los medios, pero yo todo lo que lleve control delante, me da que pensar, por mucha libertad que me juren y perjuren. Está claro que la Televisión Española no está exenta de los tejemanejes de los grandes magnates de la adulteración de las noticias. Donde un ciudadano de a pie ve un político corrupto y embarrado hasta las tranca, la uno ve un gobernante con algún error en su trayectoria profesional. Parece una tontería, pero así empezó Canal Nou. Miren donde está la nueve, y miren la audiencia de la uno, que bien es comparable con audiencias de la sexta o la cuatro. Algo impensable en el 2011.
Han habido levantamientos contra Somoano, contra el director de informativos, que bien puede ser director que un cacique en toda regla. ¿Y dónde están los medios de comunicación para denunciar estás censuras? Censurando.
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