"Viento del este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir". Sencillamente inigualable, de esas películas que dan ganas de ver hasta aborrecerla, porque es más que un largometraje de dos horas, es la vida de la creadora de Mary Poppins. Muestra eso, la vida, las respuestas a lo que era Mary Poppins, su novela, antes de pasar por chapa y pintura (Walt Disney).
Nada que ver con una comedia para todas las edades, fuera de las canciones de Disney, y de la magia que le pusieron, sin focos, y kilos de maquillaje la historia cambia mucho. Tal vez por eso sus siguientes cuatro novelas sobre la niñera mágica no fueron cedidas. Difería demasiado con la idea original, rozaba lo que para ella era extravagancia. Llevaron su sentimental historia a la gran pantalla en forma de musical y polvos de hada que desmerecieron por completo la verdadera historia del señor Travers (Mr. Banks).
Los críticos de cine tal vez no hayan entendido bien la película porque hay que decir que todo lo que dicen se aleja, es más ni se asemeja, a lo que yo he logrado sacar en claro de tantas verdades de golpe, arrojan de golpe y porrazo luz sobre el turbulento asunto sobre la película de Disney.
Ni la nueva película es una venganza, ni la niñera en una mala madre sin escrúpulos, sencillamente habla sobre como cada cosa tiene su momento. Los vientos que cambian, el del este, los malos momentos con la niebla gris que anuncia que de nuevo volverá a suceder lo mismo que una vez ya paso. Al igual que Mary Poppins al final de la película y del libro se va, su padre en la vida también...
"Viento del este y niebla gris anuncian que viene lo que ha de venir."
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