Tras tantas peticiones, aunque algunos como el señor Peñafiel se negarán a aceptarlas, el Rey Don Juan Carlos I deja su sitio, se va, abdica. Llega un nuevo periodo en el que el monarca será Felipe VI, la Reina consorte una mujer de armas tomar, de carácter, nacida en Oviedo e hija de taxista, Letizia Ortiz al fin será Reina consorte. Muchos dicen que es "la periodista que llego a Reina de España".
Pasadas las diez y media desataba la tan ansiada, y a la vez inesperada noticia, el Rey abdicaba, todos los medios de comunicación se hacían y se siguen haciendo eco de está noticia sin precedentes en la historia moderna de España. En un momento de inestabilidad política, de idas y venidas, Juan Carlos ha dejado el trono vacante. Después de una elecciones en las que se ha notado la presencia de una izquierda de tendencia más comunista y abierta al republicanismo y la perdida de fuerzas monárquicas.
Los expertos aseguran que se trata de una situación que ni más ni menos ha sido meditada con mucha antelación, y que fue por el mes de enero de este mismo año cuando se tomo en Casa Real (Zarzuela) la decisión de abdicar. Hoy día dos de junio, seis meses después y en un momento de turbulencias en una democracia desgastada y en la que se pone fin al bipartidismo según muchos medios de comunicación, y ciudadanos de a pie, el Rey deja su lugar. Abdica.
Todos hablan de un deterioro de la figura y del propio Don Juan Carlos, pero nada que ver, yo estoy seguro que es mucho más sencillo. Es evidente el desapego hacia la institución de todos los españoles, solo hay que analizar las audiencias del mensaje del Rey el día de nochebuena. Parece una tontería, que un dato tan absurdo marque el antes y el después, pero es muy significativo, en el año 1998 con el auge de la monarquía el Rey congregaba en un mismo canal a más de 9.710.000 de televidentes, en el año 2013, tras destaparse el caso Noos, ser imputada Doña Cristina, y un rastro de factores que han debilitado los cimientos de la realeza, tan solo reunió a escasos dos millones de personas, audiencias que cosecha diariamente programas del calibre de sálvame.
Esta claro que la situación entorno de su familia, y la del propio país no acompaña, y esto con total certeza que ha sentado como una patada en el estomago a todos los monárquicos que aseguraban que: "El Rey será Rey hasta que se muera". Ya ven hoy todos ellos que nada que ver con la realidad, porque a lo largo de estás semanas se especulará, se hablará e incluso se barajará la opción de una república. En un futuro no muy lejano, de dos tres semanas tendremos un nuevo monarca con nombre y apellido, será el sucesor, Don Felipe de Borbón, Felipe VI, aunque también parece quedar en un segundo plano que tendremos nueva princesa, la primera de la historia, Doña Leonor.
39 años de reinado que hoy se acaban, y en un momento de especial inestabilidad. Con las fuerzas de las redes sociales, es mucho más fácil hacerse oír, Twitter es hoy una catarata de mensajes pro-republicanos y miles, por no decir millones son los mensajes que piden que se pregunte al pueblo. Esto es algo, que se supone que el gobierno y la propia monarquía deberían haber contado antes de actuar, porque ahora es cuando muchos de los ciudadanos se harán, o por lo menos lo intentarán, manifestarse a favor del derecho a decidir. Esto si que sería derecho a decidir, y no lo de Cataluña, que todos los españoles decidiesen si quieren seguir con este sistema, o empezar una etapa abierta al republicanismo.
Hace varios años, y tal y como he empezado diciendo, el Señor Jaime Peñafiel, escribía un libro bajo el título "El Rey no abdica", esto fue acompañado de varias comparecencias en televisión en las que apoyaba con uñas y dientes que el monarca moriría como Rey. Según él, Don Juan Carlos jamás abdicaría, y como ven, hasta el mayor experto en la Casa Real de España se ha equivocado. El Rey sí abica. ¡Viva el Rey!
No hay comentarios:
Publicar un comentario