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Claro, cuando eres guapa y rica poco te queda por hacer, eso mismo pensó la ingenua Tamara que tras arrancarse por saetas y padres nuestros decidió que esto no podía quedar en una moda pasajera. Sus intenciones son claras, no tanto como sus manifestaciones públicas que parecen ser pasadas a cámara lenta, entre sus posibles aspiraciones futuras está la de hacer un programa de religión. Han leído bien, ¿qué pensará Isabel "mami" de todo esto? Desde luego que el champán se le debió ir por el otro lado cuando leyó el titular de la razón, y no es para menos.
Dice la Falcó, y cuando la Falcó habla sube el pan, que no hay nada que le llene más que la fe, creo que aún no ha probado un buen cocido madrileño en pleno mes de agosto, eso sí que llena... Y no se vayan todavía porque aún hay más, las perlas que suelta esta mujer son dignas de estar en un libro y que sea venerado del mismo modo que lo son los 63 dedos de San Juan, sí 63 hay en todo el mundo, se ve que Jesus los multiplico como los peces para que todo el mundo tuviera el suyo.
Tamara es inteligente, eso es indudable, o por lo menos nadie se lo discute, y por eso explica de una forma sencilla el por qué de su soltería, "antes de amar a otra persona hay que amar a Dios". Y es entonces cuando yo recapacitó y pienso, a ver si Dios es como le llama, cariñosamente, a su querido Iphone, todo podría ser.
A día de hoy, cuando entró en una iglesia, cuando voy a un convento tengo miedo, porque en ocasiones veo "Tamaras", eso sí y con perdón de las demás, ninguna tan glamurosa como ella. Ojalá pudiera verla vestida con sus largas faldas de monja, claro que debería contratar a John Galliano para hacer su atuendo más chick, a ver que os habéis pensado, que la Falcó es cristiana, católica, apostólica, pero no idiota, no ha perdido su glamour y su estilo. Y dicho sea de paso la Biblia la eligió por ser el único libro que le llamaba la atención, en el cielo como en la tierra, así que, Amén.
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