Querida mujer inocente:

Que la tuve  lo se, no porque la tuve, sino porque después no la volví a tener. Suena  triste  pero es la realidad, y de nuevo  volví a  verme  cara  cara con la vida misma y sin lugar a dudas ella como siempre volvió a ganar el combate... volvió a dedicarme esa mirada  mortal que me dejaba  inconsciente  sobre esa  húmeda tierra que tantas veces implore que me tragara.  Miles de diapositivas  pasan por mi cabeza  cada  vez que  intento acordarme de ti, porque  es inevitable saber que  un día  fuimos inseparables aunque hoy sepamos que seamos incompatibles, es muy difícil  no acordarme de ti aunque sea para decirme a mi mismo lo mucho que te odio  y  lo demasiado que te quiero.
Que irónico  es el ver un año después lo mucho que hemos cambiado y la miles de cosas  irrecuperables que nos hemos perdido el uno del otro... Han pasado 365 días desde que nos alejamos, desde que tomamos  la opción de  vivir cada uno por  nuestro lado y hoy aun seguimos  viendo  el aterrador futuro por ese bonito pasado y este  inestable presente. ¿Qué tengo que hacer? Qué  tengo que  hacer para volver  a sentir la misma emoción al oír  tu nombre, la misma emoción al ver tus labios pronunciar incansablemente que me quieres, al saber que te tengo para siempre y que siempre estarás. Porque siempre te criticaran, hablaran mal de ti y será difícil que encuentres a alguien a quien conformen todas tus actitudes. Entonces...vive como te parezca ¡haz lo que te dicte el corazón!. La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso canta, baila, ríe, ama y vive intensamente cada momento de tu vida...Antes del que le telón baje y termine sin aplausos. No te olvides de mi porque yo nunca lo haré de ti, se que  me esperaras aunque yo no se  cuanto tardare.