Querida mujer inocente:

Ha llegado la segunda hora,  por  que la primera ya llego, igual que  ya  han llegado las primeras, segundas y terceras oportunidades. Aunque tu pienses  o creas oportuno dar las cuartas o la quintas, mas si acaso aun inconscientemente  no nos las hemos dado. Por que querida amiga  si aun en estos momentos te puedo llamar amiga y que sin duda ahora mismo te estarás tirando de los pelos  o simplemente sintiéndote indiferente por mi mera presencia en tu vida. Aun no puedo  parar de pensar  en como en un año nuestra relación ha pasado por mas de mil baches, si les podemos llamar baches, ya que algunos han sido acantilados con caída libre incluida. Ponemos otra vez nuestras cartas sobre la mesa y de nuevo volvemos a apostar por el caballo vencedor, nuestra relación, aunque aun ingenuos de nosotros nos engañamos misera mente pensando que esto a lo que   ya no sabemos ni que nombre poner va a funcionar como siempre. Como antes. Querida y pequeña inocente, la maquina del tiempo no existe, mas si acaso existiera muchas cosas no podrías arreglar, ya que el principal problema esta  en pensar que un día esto llego a funcionar.