Leía ayer una entrevista que le hicieron a mediados del pasado año a la escritora Mariola Cubells, y pensé que realmente tenía razón, no en todo pero si que se acercaba a esa verdad absoluta y evidente. Se aleja por completo a la radicalidad de la actriz que encarna a Manolita de amar en tiempos revueltos y ahora para siempre quien decía que sálvame era obsceno, pornografía sentimental. No discuto que algo de obsceno tiene, está claro que no es un programa de esos que le podrías a un niño hasta bien creciditos, y llegados a una edad... no sabría yo que decir.
Es lógico, porque lo es que su éxito ha marcado un antes y un después, como decía de forma acertada la escritora todo se ha salvamizado. Lo miren por donde lo miren tiene toda la razón, enciendes la televisión y todos juegan a eso, a ser obscenos e incluso a buscar los límites del morbo. Andan por la cuerda floja intentando mantener el equilibro sin dar un paso mal dado y caer al vacío.
Todos se han contagiado del espíritu de los colaboradores, de la locura irracional que les posee durante 25 horas semanales, un plató donde se exorcizan todos los males de una sociedad que intenta verse reflejada en un espejo que deforma la realidad. Las tertulias deportivas e incluso los debates políticos muestran síntomas evidentes de ser almas gemelas del rey de Telecinco, pocos o ninguno son los que no juegan a Tu cara me suena, e imitan el programa de J. J Vázquez. Lo que parecía hace unos años un tipo de televisión en decadencia y evocado al fracaso es hoy en día una de las opciones más recurrentes a la hora de hacer televisión, buena o mala es otro debate.
Sálvame realmente a día de hoy es el centro de la televisión, la capital, todos para bien o para mal se retroalimentan de sus contenidos, y es que todos tenemos la vena un poco hinchada. Sea como sea no es casualidad, todo el mundo lo ve y por eso es el programa con más audiencia, hasta la misma Mariola deberá sintonizarlo para haber podido sacar tantos ejemplos....
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