
¡COÑO! y no se asusten, no os asustéis, porque no voy a poder decir Coño si hasta Jesús Posada lo dice. Que tiempos aquellos, que tiempo tan feliz, como María Teresa Campos en la cinc, cuando todos eramos libres de decidir lo que queríamos hacer... cuando jugábamos a tener libertad, y ahora... ahora ya no jugamos a tener o no tener porque no existe ni tener ni deber solo el hacer, y eso es así. Me pregunto, porque preguntar gracias a Dios aún no es delito si no debería ser el pueblo quien decidiese si se aprueba o no la Ley del aborto. Claro que todos los listos contestarán ya se firmo un contrato social por el cual se acepta todo lo que está en el programa electoral del PP, pero también deben saber que un contrato se rompe cuando una de las partes falta a la verdad... y bueno a las pruebas me remito, de esas 214 páginas lo único que se ha cumplido a raja tabla es esta polémica Ley que prometía ser el plato estrella y se ha convertido en el estrellado. Porque claro si por alguna casualidad todo lo demás lo hubiesen seguido al pie de la letra, pues bien, pero cuando se lo han pasado por donde han querido y lo han usado como papel higiénico... entonces, entonces ya da mucho que pensar, quieran ellos o no. Y es que esto es una mezcla entre
La familia de Pascual Duarte y
Crónica de una muerte anunciada, todos, todos los que votaban sabían que el PP ganaba por mayoría. Si hasta Rubalcaba lo sabía, hasta los más optimistas del socialismo vaticinaban una victoria a los populares. Justa o injustamente es otro debate. Quien les voto, quienes dejaron su voto en blanco y ayudaron a darles mayoría absoluta sabían perfectamente que cuando entrasen al poder las cosas iban a cambiar. ¿A mejor? Eso ya... no lo puedo decir yo, pero las cosas estaba claro que iban a cambiar sí o sí.
La iglesia iba a tomar importancia, ¿por qué? porque el PP lo vale, que el aborto iba a ser restrictivo como en el 89, pues también se sabía, y ya para los más previsores sin falta de ser Esperanza Gracia ni Sandro Rey sabíamos que esto iba a ser tijeretazo limpio, subidas de IVA, bajadas de salarios... el pan nuestro de cada día, y a esos a los que nos tacharon de radicales y pesimistas ahora nos juzgan de blasfemos. Poco falta para que volvamos a tener que exiliarnos, los que como yo no pensamos como ellos, porque no hay que ser ni de izquierdas ni de derechas para afirmar que lo que están haciendo no está bien.
Yo pregunto, porque como he dicho antes preguntar aún no es delito ni pecado, si un peluquero corta mal el pelo se le tira de su trabajo, ¿Por qué si un político no lo hace bien tiene que estar chupando del bote eternamente? ¡ANDA YA! solo me queda decir, ¡VIVA LA LEY DEL ABORTO! viva esa Ley que no hemos votado y que seguramente hará que muchas mujeres recurran a métodos retrógrados y que nos recuerdan a la España más oscura, por todo eso y mucho más dentro de dos años volvamos a votar a los mismo... a los que nos han rematado.
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