Hui es un dia trist per a tots, no soles per a les valencianes i els valencianets que pensaven que tindrien televisió publica per sempre, però per sempre no dura tant com esperaven .
Yo pensaba que tendría que aprender a hablar valenciano a la fuerza, me propuse hacerlo solo por ese trabajo que llegaría de la mano de Canal Nou, esa televisión autonómica con la que crecimos y de la que aprendí que la manipulación puede llegar a ser la forma de vida de mucha gente. Hoy ya me he quedado sin metas, aprender valenciano para un periodista no es una prioridad, porque desgraciadamente, por culpa de corruptos sin escrúpulos nos hemos quedado sin la televisión plural, mejor dicho, nos hemos quedado sin televisión, sin nuestro canal, sin la nou. Y aunque cambiara de nombre siempre será, para mí por lo menos, sin Canal Nou.
Tengo que tirar la mirada al pasado para recordar que siempre la nueve estuvo sintonizada en nuestra vida, por las mañanas veíamos babala, a migdia el telediario que con suerte venía acompañado de una crónica con imágenes en directo de las fiestas de toda la comunidad, desde las fallas hasta la tomatina de Bunyol, eso sí, pasando por los pueblos de toda la "terreta", contando lo que necesitábamos saber. No exentos de polémicas, porque al igual que todo se lleno de corruptos, durante mucho tiempo se ha visto invadida por una plantilla de incompetentes enchufados que han hecho de la televisión de todos, una televisión suya. A tales limites llegaron que necesitaron cambiar el color del rojo asociado a la izquierda plural por el del azul, asociado a la derecha dictatorial.
Ahora recuerdo cuando la derecha - no solo valenciana- compara al gobierno de Artur Mas con el régimen Nazi de Alemania, y se atreven a decir que al igual que en su tiempo los ultra-derechista alemanes hicieron, manipulan a los niños y los medios de comunicación. Han tenido que pasar unos meses para que los trabajadores o ex de la cadena valenciana, protesten de amenazas constantes que recibieron por parte del gobierno del partido dominante, de aquellos populares que convirtieron la tierra de la luz y del color, en miedo y horror. Según narra mucha gente, y en especial una periodista de los pies a la cabeza, llena de cordura: "las botellas de champan corrían por Canal Nou en la noche electoral, mientras que nosotros tomábamos canapés de salami." Quiénes serían los afortunados que degustarían la burbujeante bebida, seguramente aquellos que reían las gracias a los populares y que han llevado al traste la televisión de todos, esa televisión que en su día lucio por ser INNOVADORA, por tener audiencias que alcanzaban a Telecinco o a la tres, e incluso sobrepasaban a la uno. Consiguieron hacer que las Fallas, que el Misteri, se convirtieran de fiesta de tercera a tener reconocimientos de primera, pero como en todo muchos vieron en este canal, el tirón para sus deslices y para quitar de la lista del paro a los más allegados.
Sea como sea, o fuere como fuese, el cierre de RTVV es una realidad, 1.300 millones de deuda avalan la inmediato clausura, y dejar en la cola del SEPE a mil setecientos trabajadores que dentro de muy poco estarán como los millones de españoles, como dice la hija de Carlos, Andrea: ¡QUE SE JODAN LOS PARADOS!
Y es que hay que recordar que lo que a nosotros como valencianos, y seguramente al resto por ser españoles o europeos, nos costara la ciudad de las artes y las ciencias ahora se vende, esas estructuras que se caen a pedazos y no se saben mantenerse en pie nos desembolsaron un millón ciento tres euros y ahora se mal pagan, y ni eso. Mientras todo eso sucede la Generalitat actúa de hermanita de la caridad, cierra televisiones pero sigue siendo la principal avalista de equipos de fútbol, asume su deuda y sigue adelante con proyectos de ampliación. No solo eso, sino que para colmo hay que recordar la pista de formula uno, donde solo pasearon Francisco Camps y Rita a bordo de un Lamborghini, o la Copa América donde se vendía un lugar de grandes eventos y que solo acogió a unos cuantos políticos para seguir en directo el siete de septiembre el fiasco olímpico de Madrid 2020. Todo esto, sin mencionar el aeropuerto para personas, ese que costo 137 millones y en el cual ya se han encargado más modificaciones... para que las "personas" que caminen lo hagan viendo el deprimente paisaje de un gobierno reyes del derroche y dueños de nuestro dinero. Así son ellos, los intocables, esos que mataron a Babala de una patada en la entrepierna.
Y así va el país, y la comunidad, un cuarenta por ciento de fracaso escolar en la Valencia, más impuestos, salarios más bajos, impagos, desahucios, paro y más paro, y otra vez paro, y corrupción: GÜRTEL, Emarsa, Brugal, Caso Blasco, Noos, Caso Carlos Fabra (Naranjax)... Los de Canal Nou se quedan sin trabajo, pero nosotros sin televisión...
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