Es el tema más recurrente para las películas españolas, para las series de televisión, pero este genero tan rocambolesco llena también baldas y baldas en las bibliotecas de la mano de grandes novelas de literatura bien escrita. La guerra Civil y la posterior dictadura del general Francisco Franco ya cansa. Aunque claro, si se escribe bien y con cautivadoras palabras puede llegar a enganchar.
La encargada de sacar al dictador de la tumba en esta ocasión ha sido la escritora y periodista Pilar Eyre, quien ha querido ser la encargada de redactar y narrar los secretos más ocultos del que fuera el gobernante más longevo de la España del siglo XX. Pilar habla de sus intimidades, sin tapujos, sin censuras, hay un momento en el que la propia escritora parece estar a favor del régimen franquista, aunque nada que ver, pues si la dictadura fuera la manera de gobernar ese libro nunca hubiera visto la luz.
¡PAQUITA! le llamaba su padre, quien sabia que era lo que más le molestaba. Ese apodo o nombre de pila por el que se conocía a Franco es ni más ni menos que por su peculiar, y afeminada voz que le caracterizaba. No solo los monologuistas y cómicos del siglo XXI se han dado cuenta de este detalle, sino que su propio padre ya se lo recordaba al grito de "¡PAQUITA!". Este echo se suma a la falta de un testículo, aunque bien es verdad que se trata también de un bulo alimentado, el generalísimo nació con dos, como cada hijo de vecino. En una guerra Francisco Franco se agacho a ayudar a un compañero, y fue entonces cuando recibió un balazo en la bolsa escrotal y perdió una de sus dos bolas. Estuvo grave y al filo de la muerte, pese a que después se recuperará con más fuerza que nunca y llegará a ser el dictador de España.
Sus partes intimas dan mucho que hablar, y es que llenan libros enteros. No era disfunción eréctil como apuntan algunos, sino que se trataba de un problema bastante agudizado de fimosis, aunque él nunca se quiso operar ya que como buen cristiano, apostólico, romano, creyente y practicante decía que si Dios le había dado un pene flácido, él tenia que acarrear con eso. Su sexualidad también estuvo en el punto de mira siempre, pese a que fuera detrás de las cortinas, eso sí. No era homosexual ni mucho menos, o al menos deja entender Pilar, quien dice que vivía eternamente enamorado de su mujer, Carmen Polo.
Sea como fuere o fuere como sea estamos a 2013 del siglo XXI a gracias a Dios o a quien sea por fin no vivimos una dictadura como tal, sin entrar a criticar la democracia real o ficticia que estamos viviendo. Cara al sol mucho calor, así que mejor frió con mantas.
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