Héroe democrático allá donde los allá, político de los de verdad, y no los de ahora, de esos que sabían lo que era dimitir y que no todo era llenarse los bolsillos hasta que se rompieran. Va muriendo el hombre, porque lo que es el la figura de tal ilustre persona perdurará siglos. Adolfo, o como le conocemos, Suárez, tardará en desaparecer, y es que, como dicen, "una persona muere cuando deja de ser recordada", y que se quede tranquilo porque es historia viva de la historia de España, fue el primer presidente, y seguramente el más digno, el que más habrá hecho por el país con diferencia.
Es triste pensar que ni él se salva, que hasta él lo padece, y hoy lamentablemente ya no recuerda lo que fue, no recuerda quien significo para todos, no solo para los que vivieron ese momento sino para todos los que gracias a Dios no estamos bajo las ordenes de un general.
Hoy Adolfo Suárez muere lentamente, una enfermedad irreversible que acaba con la vida del presidente de forma paulatina y que muy a nuestro pesar, su corazón dejará de latir en el momento más inesperado. Hoy todas las miradas vuelven a estar puestas en él, porque la noticia del fatal desenlace puede estallar en el momento más inesperado, realmente hoy es uno de esos días en los que c que no lleguen noticias es buena noticia.
Adolfo, fue, y es, el padre de nuestra democracia, él fue el encargado de la transición. Seguramente si estuviera bien se avergonzaría de lo que pocos años después están en el poder, el retraso, y no solo mental, que hemos dado políticamente hablando. Porque hemos atrasado bastante. Una lastima, tanto como el pensar que a uno de los grandes de la política española, y no voy a ser injusto y decir el único -pero de los pocos- se lo cargaron. Lo quemaron. Hoy, todos los encargados de ellos deberán llorar a escondidas y pensar en lo que hicieron.
En pleno año 2014 estamos inmersos en una gran crisis, la gente vuelve a recurrir en masas a los comedores sociales, muchos no tienen una vivienda digna, cada día en la radio, los periódicos o en la televisión son más los políticos que se suman a la larga lista de la corrupción, pocos son los que se salvan -desgraciadamente- , eso sin mencionar la fuerte crisis que tambalea y azota la monarquía del país, que implica al Rey en una trama de corrupción de forma indirecta, que se relaciona a Don Juan Carlos, a su amigo Juan Carlos, con mujeres y con cacerías en mitad de la tempestad, y sino la imputación de la infanta y la casi culpabilidad de su marido. ¿Qué más? Eso es lo que vería si estuviera consciente, seguramente sería un indignado más de esos que echaron de la puerta del sol, de los que algunos estuvieron en la cárcel. Sí, en el calabozo, ese lugar que solo pisa la gente que quiere cambiar las cosas, pero desde luego los que nos han atracado a mano armada no. Ellos tienen reservado un lugar mejor. Suiza y sus paraísos fiscales.
Mientras tanto el sigue aquí, y nosotros nos despedimos como Dios manda de Adolfo, de Suárez, del presidente, del hombre y del héroe que lentamente nos deja para convertirse en viva figura de la democracia que el mismo ayudo a construir y que hoy otros muchos intentan destruir.Solo esperar que a partir de mañana se vuelva a tomar como modelo a seguir, por ello: ¡VIVA LOS BUENOS POLÍTICOS COMO ÉL!
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