Nos deberíamos remontar setecientos años atrás para vivir lo que en el día de hoy esta sucediendo, no se trata de una representación de lo que en su día paso, si no que hoy vuelva a pasar. Y es que pese a la resistencia de muchos fieles, llego el día, llego el momento, la hora y el lugar en el que el Papa Benedicto xvi debía abandonar, un acto en el que no han faltado las aglomeraciones, aunque ha sido humilde en su discurso.
Del discurso cabe destacar las palabras "afrontar la etapa fina de la vida", ya que en las ultimas semanas, exactamente desde hace 17 días se estaba barajando que su dimisión fuera causa de una enfermedad, ahora queda evidenciado, y si no es de este modo así lo da a entender en su ultima aparición como pontífice pese a que él ya ni se considerara como tal;
Una de las historias más anecdóticas de Benedicto es que antes de que fuera nombrado papa, ya en el cónclave, en uno de sus rezos, suplico e imploro a Dios que no le nombraran Papa, pese a que su nombre fue el más elegido y por ello tuvo que soportar cinco años como su santidad.
Una celebérrima frase hablaba de como una simple persona por retirase o morir queda mitificada y se convierte en héroe, casos muy conocidos como el presidente de EE.UU. Kennedy. Y es que su discurso nos ha recordado a el "buenas noches y buena suerte" de Edward R Murrow.
Así que emulando a Benedicto y a Edward, buenas noches y buenas suerte.
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