Pasaban las doce de la noche y las azoteas ilicitanas volvían a llenarse dejando una estampa típica de las fiestas veraniegas de la ciudad, esta vez sin apagarse las luces del centro de la ciudad, sin su calor típico ni con el olor a pólvora y el humo que deja la coheta que se lanza antes del lanzamiento de la palmera de la virgen.
Gran expectación y miles de personas con muchos nervios por todo elche dispuestos a vivir en el momento mágico del inicio de la madrugada la palmera que debería haberse lanzado en agosto y que por un error técnico no pudo lucir en el cielo ilicitano, pero que ayer finalmente dejo su estela blanca para despedir un mal año. Todos miraban hacia a un mismo punto, la torre de Santa María, una torre que una vez más vestía un gran cono lleno de artefactos pirotécnicos y la silueta de la virgen de la Asunción patrona de la ciudad Valenciana.
Así, con el lanzamiento de la palmera se daban por cerradas las fiestas de la venida de la virgen y que conmemoran el hallazgo del arca en la playa del Tamarit en el año 1370 por el guarda costa Francisco Cantó. Unas fiestas que se han caracterizado por la gran afluencia de publico y que se han visto culminadas por vez extraordinaria con el lanzamiento de la Palmera.
La victima, Vicente Albarranch un ilicitano que quiso iluminar el cielo de elche cincuenta segundos y que ahora lo hará de por vida, y es que seguramente el ayer desde el balcón más grande vio la palmera de la virgen y su palmera.
Ahora los ilicitanos solo pueden esperar con impaciencia poder ver esta vez en agosto como manda la verdadera tradición su Palmera de la virgen en Elche, y ver por fin como la noche se hace una vez más día.
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