Las noticias desde la perspectiva de un joven del siglo XXI

viernes, 7 de diciembre de 2012

DESDE EL CIELO CON AMOR


Detrás  de  la política  y  escribir  en un blog de  tres  a la  cuarta  esta entre  mis aficiones diarias  - cuando estoy  hasta arriba de trabajo  se convierte  en semanales- la  de  escribir narrativa. Entre estas  narrativas   debía  desarrollar   la  brillante  historia  que se me  ocurrió un día  en la  playa.  

Mire a mí alrededor y todo lo que veía eran   colores intensos, verde y marrón mezclado con naranja. Mientras la imagen se empezaba a ver más clara me di cuenta que todo eran árboles, y más árboles.  Por eso supuse que estaba en un bosque, pero no sabía cual, ya que cerca de  mi nuevo hogar no había muchos bosques  de esta forma. Pensé en uno que había a unas 1,86 millas – Tres  kilómetros-  a las afueras de la ciudad pero no sabía con certeza donde estaba, y por supuesto nunca había estado allí antes. Empecé a oír pasos a mi derecha cada vez eran más intensos. Entre toda la niebla que había de fondo era casi imposible poder ver nada mas que  no fuera lo que había a  mi lado, los pasos pararon y la niebla comenzó a desaparecer pero cuando volvieron a oírse los pasos fueron más intensos tan intensos que el suelo vibraba . Estaba empezando a sentir terror, un miedo inexplicable que nunca jamás había podido experimentar. A medida que se acercaban ya no parecían pasos de una persona normal sino de algo diferente algo que nunca podría haber imaginado, en ese momento mi cabeza recibía miles de imágenes de toda mi vida mientras yo pensaba en barbaridades, incluso llegue a pensar que podía tratarse de una bestia. No un animal sino un monstruo, algo diferente.

Mire hacia todos los lados y vi que estaba empezando a oscurecer, no comprendía nada ni sabia la remota respuesta a por qué estaba tumbado en el medio de un bosque. Me intente levantar y al estar en pie empecé a correr de forma intensa como si quisiera hacer algo que no sabía. Vi que el extraño animal me perseguía, cada vez se oía mas aquellos pasos, detrás mía, a mis lados, era imposible no oírlos, incluso un sordo podría percibir aquel impenetrable  sonido que producía aquella  extraña bestia.
Mire hacia detrás pero no había nada simplemente una extensa neblina que cubría la mayor parte del bosque. Vi una luz intensa  al  final de la neblina, por lo que deduje que sería la salida del bosque. corrí  intensamente como un atleta al ver la meta sabiendo que ya era el ganador , cuando estaba llegando y veía con más claridad aquellas montañas que  habían detrás de la ciudad, me tropecé con una rama marrón  muy gruesa, y lentamente sin poder evitarlo vi como mi cuerpo caía en el suelo, poniendo las manos para  evitar caerme de boca, sentí como la sangre de mis rodillas caía hacia mi pierna, intente ignorar lo mirando hacia detrás, y fue cuando vi unos cabellos rizados, rojos como el fuego y brillantes como el sol de una atardecer de verano, y su tez blanca como la nieve y el mármol.
            Temblaba, estaba tan  asustado que no podía ni abrir mis ojos. Era como si alguien me hubiera puesto piedras en los parpados, y en cambio ella  no estaba nada asustada. Estaba muy segura de si misma. Me puso la mano sobre la cara y entonces  fue  como si me estuviesen quemando, su piel blanca parecía fría pero era caliente. No podía sentir el dolor de tanto que me molestaba. Mire al cielo y vi que estaba amaneciendo. Eso quería decir que habían pasado unas cuantas horas desde que me caí al suelo y había venido ella en busca de mi rescate pero me habían parecido tan solo  unos minutos  e incluso unos segundos. Conseguí abrir mis ojos pero ellos se resistían y volvían a cerrarse y  mientras mi mano derecha tocaba su pelo suave, notaba el ardor en mi nítida  piel. No sabía porque  pero cuando abría los ojos veía todo borroso. Poco a poco aquellos cabellos rojos iban  cambiando a una cabeza sin pelo. Las dos orejas perfectas se fueron cambiando a dos cuernos puntiagudos y  de su hermosa pecho comenzó a tomar un color rojizo de su espalda recta salieron dos alas que al abrirse fueron como si me pegaran un cachete en la cara. Mire hacia todos lados con mucha  preocupación. Cuando su dulce mano se convirtió en una garra arrugada con los dedos y las uñas muy largas. Empezó a mover las manos  como si  estuviera intentando  arañar me, yo puse la mano izquierda en mi cara y la derecha  en el hombro izquierdo para protegerme y fue cuando me araño dejando caer  poco a poco cuatro gotas de sangre caliente de mi brazo izquierdo. Miro y dio un salto y cuando pude abrir los ojos todo era normal volvía a ser la  mujer con cabellos rojos. Salió corriendo a una gran velocidad saltando  de árbol a árbol. Cuando me di cuenta  el pequeño rasguño se había convertido en un gran corte.  Comenzó a salir mucha  sangre, que caía rápidamente en el musgo verde de aquel bosque. Estire mi camiseta  blanca rompiendo un trozo de ella y me hice un torniquete para no dejar salir más sangre. Cuando me di  cuenta todo me daba vueltas, era como si me estuviera mareando, el trozo de  la camiseta blanca se había convertido en un color rojo oscuro  y era húmeda.  Mire con dificultad entre los árboles y  de nuevo  vi el cielo  que ya volvía  a oscurecer. No entendía nada de lo que estaba pasando, ya que era todo lo contrario de una película de terror donde el tiempo pasaba muy lento. Empecé a oír alguien que me llamaba con una voz cansada, mis ojos se cerraron aunque aquella  voz continuaba nombrando mi nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario