
Un premio planeta, Nadal o el primavera es difícil de conseguir, es un galardón que hace el reconocimiento a un gran libro, no solo por su grandiosidad literaria sino por la cantidad de gente que lo ha comprado o leído.
Lucía Etxebarria, fue una escritora a la que concedieron en el año 2004, con tan solo 38 años, el premio Planeta; Problemas con Hacienda le obligaron a entrar a un programa de tele realidad, que ella misma describió como tele basura en una carta. Pobre e ingenua Lucia, que pensaba que iba a entrar en pasa palabra o a formar parte del reparto de un documental de la dos, y se vio inmersa entre una pandilla de "mediocres".
Lucia que tantas veces insulto, calumnio y escribió duramente sobre este tipo de programas, en menos de dos semanas se ha visto inmersa en el mundillo del corazón y del directo. De no dominar las cámaras a convertirse en la reina de los focos, pese a que ella se niegue a aceptarlo e intente convencer a su entorno, y a los pocos lectores que siguen leyendo a la Valenciana de que no pertenece al ámbito Sálvame.
Muy a su pesar es imposible, a estas alturas de la película, no relacionar el nombre de Lucia Etxebarria con los shows de la prensa sensacionalista que en su día tanto repugno, y que ahora le están ayudando a saldar una deuda económica. Ya se maneja de forma espectacular enfrente de las cámaras, toda una profesional de la prensa amarilla: sus abandonos de plato, sus lágrimas e incluso su tono calmado hacen que en ocasiones se camufle entre la jauría de "hienas".
Tal vez se haya convertido en apenas veinticuatro horas de estrella en otra estrellada. Un nuevo juguete roto que se suma al baúl de los famosos de medio pelo que siguen intentando sacar brillo a sus estrella y no consiguen brillar por ellos mismos, sino es a costa de los demás.
Lucia, seguramente las teclas de tu ordenador, o las de tu maquina de escribir si es que acaso eres tradicional, te esperan. Pero alejate del mundo que tan "infeliz", dices que te hace, pero que tan llena te deja la cuenta bancaria.
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